LA PORTAVOZ DEL GOBIERNO VASCO AFIRMA QUE ES POSIBLE ESTAR EN CONTRA DE ETA PERO DISCREPAR DE LA “ILEGALIZACIÓN DE LAS IDEAS”
ver artículo
Claro que sí. Miren Azkárate tiene razón. Basta ya de manipulaciones. Se puede estar, simultáneamente, en contra de ETA y en contra de la ilegalización de Batasuna, a pesar de ser lo mismo que ETA. Se trata de parcelar adecuadamente la realidad. En realidad, es lo que ha venido haciendo la propia ETA desde que nació: separemos la organización en divisiones (armada, política, financiera, medios...) e insistamos virtuosamente en que sólo es lícito perseguir a la primera. Es más, se podría ir aún más lejos, y segmentar la realidad, no sólo espacial, sino temporalmente. De este modo, los asesinos de ETA podrían también manifestar que sólo están a favor de la violencia cuando disparan, pero el resto del tiempo no. Así, cuando los detuvieran en cualquier momento que no fuera el de la comisión del crimen podrían alegar estar siendo perseguidos meramente por sus ideas.
Al dividir la realidad en compartimentos estancos, se puede estar nominalmente en contra de sacudir el árbol, proteger simultáneamente a los que lo sacuden, y recoger en todo momento las nueces. Porque al parcelar la realidad se elimina el requisito de la coherencia, y es posible manifestar buenas intenciones y, a continuación, obrar en dirección opuesta. Así, todo resulta mucho más sencillo para el PNV. Le basta con poner cara de indignación ante una situación que, sí, es muy fea, pero le conviene, y por eso la mantiene.
Claro que sí. Miren Azkárate tiene razón. Basta ya de manipulaciones. Se puede estar, simultáneamente, en contra de ETA y en contra de la ilegalización de Batasuna, a pesar de ser lo mismo que ETA. Se trata de parcelar adecuadamente la realidad. En realidad, es lo que ha venido haciendo la propia ETA desde que nació: separemos la organización en divisiones (armada, política, financiera, medios...) e insistamos virtuosamente en que sólo es lícito perseguir a la primera. Es más, se podría ir aún más lejos, y segmentar la realidad, no sólo espacial, sino temporalmente. De este modo, los asesinos de ETA podrían también manifestar que sólo están a favor de la violencia cuando disparan, pero el resto del tiempo no. Así, cuando los detuvieran en cualquier momento que no fuera el de la comisión del crimen podrían alegar estar siendo perseguidos meramente por sus ideas.
Al dividir la realidad en compartimentos estancos, se puede estar nominalmente en contra de sacudir el árbol, proteger simultáneamente a los que lo sacuden, y recoger en todo momento las nueces. Porque al parcelar la realidad se elimina el requisito de la coherencia, y es posible manifestar buenas intenciones y, a continuación, obrar en dirección opuesta. Así, todo resulta mucho más sencillo para el PNV. Le basta con poner cara de indignación ante una situación que, sí, es muy fea, pero le conviene, y por eso la mantiene.
Comentarios